domingo, 25 de mayo de 2014

Oda al Trutol (Glucosa sabor naranja)


ODA AL TRUTOL 
POR SCARLETT CARDINALIS - 2014



Oh, Trutol
Me hemoglobinas la glicosilada
Glucosas mi insulinorresistencia
Bebo tu dulce brebaje
En cinco minutos
Y me provocas
Un glicémico sáltico cuanto

Oh,
Delicia sabor naranja
Mi insulina se disparó
Las preñadas vomitaron
La vida no es sabor Trutol

Oh, Trutol
Soy intolerante a la glucosa
Soy resistente a la insulina
Pero te tolero 
Y te resisto eres irresistible
Oh, Trutol
Eres brutol

(Cuando bebas Trutol, sabrás que efectivamente
La vida es eterna en cinco minutos)



domingo, 4 de mayo de 2014

Más personas, menos gente

Psicología social nivel escolar

Para mí la gente es todo un tema.
No es nuevo decir que me siento incómoda con la gente (unas veces más, otras veces menos) y que muchas veces prefiero estar sola que estar rodeada por un grupo de personas. Pero eso no es todo. Hace un tiempo tuve una experiencia que me hizo reflexionar sobre el asunto y pude notar que el tema no es tan sencillo como decir odio a la gente. Aquel día estuve «compartiendo» con algunos conocidos y desconocidos mientras pasaban por mi mente cosas como: «¿Cómo vine a parar aquí?», «Me quiero ir», «Sabía que me iba a sentir incómoda», «Me aburren este tipo de conversaciones», «La gente no es capaz de divertirse sin alcohol», «Estas reuniones parecen ser la instancia que buscan para recalcar lo insustancial de sus vidas», «No se puede, al parecer, tener una conversación decente en grupo», etc. Y luego, al conversar con una sola persona de ese grupo (a solas, se entiende), me di cuenta de la enorme diferencia que existe entre el comportamiento de un sujeto estando en grupo y estando conmigo (digo conmigo, porque solo he podido comprobarlo así). En grupo se (pre) juzga  mucho, se da pie para malentendidos, se generan discusiones absurdas y muy pocos son quienes bajan sus barreras de protección en este contexto. Entonces, en grupo, finalmente, somos un cúmulo de capas y capas de personalidades y opiniones que adquirimos para adaptarnos al entorno social. Esa «actitud de sujeto que está en medio de un grupo» debe ser útil y puede encantar a muchos, pero en lo personal me desagrada la idea de sentir que estamos fingiendo*.
Es curioso lo que sucede cuando te formas una imagen negativa de alguien en el momento que se expresa en medio de un grupo (donde los demás también tienden a juzgarlo), pues esta imagen cambia cuando hablas a solas con la persona. Eso, claro, siempre y cuando tú estés dispuesto a ser abierto y a escuchar al otro sin juzgarlo –o al menos hacer el intento– e ir más allá de una discusión basada en una lucha de egos. De este modo logras entender, en lo posible, el comportamiento del otro.
De todas formas, siempre están las personas que, por más que intentes llegar a ellas no llegarás, porque tienen una barrera de miedos tan grande que les obstaculiza incluso el propio autoconocimiento. Y alguien que no es capaz de reconocer sus propios errores, sus miedos, sus carencias, no podrá abrirse a uno a pesar de que aparente tener una desarrollada habilidad social.

Por esto hago una clara diferencia entre «persona» y «gente». Y a mí me gustan mucho más las personas. Conocerlas podría ser, de hecho, más interesante que leer un libro. Claro, un libro está escrito también por una persona (y esto puede sonar cliché…), pero imagina cuántos libros interesantes que no han sido publicados están caminando a tu alrededor, libros únicos que son terriblemente juzgados por sus portadas, libros que podrían enseñarte más que ninguno de esos impresos en papel, libros con una visión tan llena de errores y libre de pretensiones.
Tengamos en cuenta que hay muchas personas que a pesar de tener una visión de vida opuesta a la nuestra, pueden ser muy valiosas para nosotros si llegamos a abrirles la puerta. Dejemos tanto prejuicio a un lado y démosles una oportunidad.


He perdido la fe en la humanidad, pero aún conservo la esperanza en las personas.


* Este fenómeno debe tener algún nombre, pero la verdad es que lo ignoro.
P.D. Que ando amorosa